Ultracongelación: así funciona

La duración de los alimentos es limitada, ya que estos sufren alteraciones que cambian sus propiedades organolépticas, es decir, las que se perciben a través de los sentidos: olor, sabor y textura.

La ultracongelación es una forma de producir y distribuir alimentos que nos permite aprovechar al máximo los nutrientes y evita el desperdicio de los mismos. Se trata de un método que preserva los productos de forma más eficiente y garantiza la inocuidad, respetando en todo momento los estándares existentes de análisis de peligros y puntos de control (APPCC) para una óptima gestión de la cadena de frío.

Pero ¿conoces realmente en qué consiste este método y sus beneficios?


¿Qué es la ultracongelación?

La ultracongelación de alimentos, conocida como congelación rápida, es el proceso por el que un dispositivo desarrollado con alta tecnología y capacidad de refrigeración reduce rápidamente la temperatura del género. Esta práctica permite disponer de productos frescos y de calidad en cualquier momento del año de manera segura, conservando sus propiedades y alterando el proceso de degradación natural de la mercancía.

Esta técnica se aplica en productos crudos, fermentados y precocidos o cocidos.

En esencia, la ultracongelación consiste en tomar un alimento concreto y someterlo a temperaturas bajas muy intensas durante un periodo de tiempo corto, generalmente por debajo de -40ºC. Este parámetro puede variar según el tipo de alimento que se trate y su composición molecular y el tratamiento que se le dé tras el enfriamiento.


Beneficios del uso de la ultracongelación

La ultracongelación tiene muchas ventajas, ya que resulta vital para garantizar la posterior conservación y la seguridad de los alimentos. Estas son algunas de ellas:


1. Alarga la vida útil de los alimentos

El objetivo y ventaja principal del proceso de ultracongelación, en su aplicación en la industria alimentaria, es que permite alargar la vida útil de consumo de los alimentos y garantiza la seguridad para el consumo de estos. Los frescos que solo aguantarían unas horas a temperatura ambiente tras ser sometidos a este proceso pueden permanecer conservados en perfectas condiciones durante varios meses o incluso más de un año.


2. Optimiza los recursos

Esta metodología de conservación es mucho más importante de lo que parece, ya que no solo provoca un efecto en la durabilidad de los alimentos, sino que permite ajustar la producción a una demanda más planificada, evitando el desperdicio del género y recursos necesarios: agua; energía; terreno; mano de obra; gestión de residuos; etc.


3. Conserva las propiedades nutricionales

Los procesos de congelación más modernos permiten conservar las propiedades de los alimentos, generando pequeños cristales de hielo adheridos a los productos. Esto es vital, ya que, si el proceso fuese más lento, el tamaño de los cristales de hielo sería más grande y correrían el riesgo de ser perforados. En consecuencia, las células perderían parte del agua acumulada en ellas y los nutrientes.

 

4. Calidad

La ultracongelación también permite conservar las características organolépticas, es decir, aquellas que se perciben a través de los sentidos: el color, aroma, sabor y textura. Y es que esta última puede salir más perjudicada si la congelación ha sido mal ejecutada. En el caso de los productos de campo, permite preservar las propiedades hasta el consumo cuando están maduros, porque se somete a bajas temperaturas en el mismo momento de su cosecha. Por tanto, es una forma de tener productos frescos, naturales y de temporada siempre a mano.

 

5.Coste de personal

 La misma cantidad de producto se produce en la mitad del tiempo, optimizando el trabajo del personal y gestionando la demanda del mercado y los picos de trabajo.

 

Peculiaridades de los alimentos ultracongelados

Al congelar los alimentos, lo que se hace es, principalmente, mantenerlos en agua. Cuando este proceso se da a gran velocidad, esta congelación del agua genera pequeños cristales de hielo de tamaño microscópico. Los productos que sufren la exposición a este proceso son los crudos, fermentados y precocidos o cocidos.

El empleo de una temperatura de entre -30/-40ªC es necesario para que en el interior del producto se cree una sensación térmica mucho más fría en tiempos rápidos, todo ello en consonancia con el tipo de producto y sus características de dimensión, espesor, peso y factor de penetración.

No obstante, para conseguir una congelación adecuada también influye el tiempo invertido en este proceso. La velocidad adecuada de tratamiento es fundamental para mantener las propiedades nutritivas y organolépticas de los productos. Igualmente, el empaquetado es importante para preservar las características de conservación.

Para salvaguardar la naturaleza y condiciones de los productos es imprescindible mantener una continuidad ininterrumpida de la cadena de frío y respetada hasta su llegada al consumidor final.

La ultracongelación ha demostrado ser una técnica revolucionaria en la conservación de alimentos y ha tenido un impacto significativo en el sector logístico.

A medida que la industria alimentaria y el sector logístico siguen evolucionando, la ultracongelación se convierte en algo crucial para satisfacer la creciente demanda de alimentos frescos y de alta calidad en el mundo. Esta tecnología seguirá siendo una herramienta esencial para garantizar la disponibilidad y la seguridad de los productos en el mercado global, así como la supervivencia de la cadena de frío.

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